Tipos de articuladores dentales que necesitas en tu consultorio
Descubre qué tipo de articulador dental necesitas para mejorar la precisión y personalización de tus tratamientos odontológicos.
Hoy en día, la precisión y la eficiencia son pilares fundamentales para ofrecer tratamientos dentales de calidad. En este contexto, los articuladores dentales emergen como una herramienta tecnológica innovadora que revoluciona la forma en que los odontólogos diagnostican, planifican y ejecutan tratamientos.
Sigue leyendo porque acá te explicamos cómo los articuladores dentales no solo están transformando la práctica odontológica, sino que en esta era de la odontología digital pueden ayudarte a elevar el estándar de atención a tus pacientes.
¿Qué tipo de articuladores existen?
Lo primero que debes conocer es que los articuladores dentales, también llamados oclusores dentales, son instrumentos mecánicos diseñados para reproducir los movimientos de la mandíbula y las relaciones entre los maxilares.
Su función principal es simular el comportamiento de la mandíbula en ausencia del paciente, representando la dinámica condilar y su interacción con las arcadas dentarias y la estructura craneofacial.
Fundamentalmente, reproducen las articulaciones temporomandibulares (ATM), permitiendo el diagnóstico y tratamiento de trastornos que afecten la manera en que los dientes superiores e inferiores encajan entre sí al cerrar la boca.
Es así como los articuladores dentales pueden ser configurados para imitar una variedad de movimientos mandibulares, lo que facilita a los odontólogos y técnicos dentales trabajar con modelos de estudio que representan la boca del paciente.
Esta capacidad resulta fundamental para que puedas abordar y corregir problemas de maloclusiones y para diseñar prótesis dentales que se adapten de forma precisa y funcionen correctamente una vez colocadas en la boca del paciente.
Ahora bien, existen diferentes tipos de articuladores, cada uno con características y funciones específicas. Pueden ser clasificados según dos criterios fundamentales:
- La posición de los elementos condilares (articuladores semiajustables)
- La capacidad de ajuste y reproducción de los movimientos condilares específicos del paciente (articuladores ajustables y no ajustables)
¡Te explicamos en qué consiste cada uno!
Articuladores semiajustables
Los articuladores semiajustables son muy utilizados en las clínicas dentales, porque tienen la capacidad de adecuar la relación entre los maxilares y las trayectorias condilares. Es decir, los movimientos de lateralidad, protrusión y abertura de las articulaciones temporomandibulares.
Si bien no reproducen con exactitud todos los movimientos mandibulares, su uso es habitual entre los profesionales del campo, porque son versátiles e idóneos tanto para fines educativos en odontología como para el tratamiento directo de pacientes.
Específicamente, los articuladores semiajustables con arco facial anatómico permiten registrar la posición tridimensional de la mandíbula del paciente en relación con el cráneo, lo que resulta en una mejor planificación y ejecución de los tratamientos dentales.
Los articuladores semiajustables se dividen en dos grupos principales:
- Articuladores ARCON
- Articuladores No ARCON
Articuladores ARCON
Los articuladores ARCON (condilo articulado) tienen un diseño similar a un arco facial, que simula la anatomía y los movimientos de las articulaciones temporomandibulares (ATM), donde la rama inferior se articula dentro de la rama superior. Dicho de otra manera, la mandíbula se articula con el cráneo.
El diseño del articulador tipo ARCON simula el movimiento de la mandíbula alrededor de un solo eje de rotación, ofreciendo una representación más fiel de los movimientos mandibulares naturales. Estos dispositivos son valiosos tanto en la planificación de prótesis dentales como en la odontología restauradora.
Articuladores No ARCON
Los articuladores No ARCON (condilo no articulado), son instrumentos mecánicos en los que la mandíbula no se mueve alrededor de un único eje de rotación condilar, sino que pueden tener diferentes diseños y sistemas de movimiento para simular la relación entre la mandíbula y el cráneo.
Este tipo de articuladores es capaz de replicar los movimientos y las relaciones entre los maxilares del paciente, aunque lo hacen utilizando una estructura en la que la cavidad glenoidea está incorporada en la rama inferior y el componente condilar.
No obstante, aunque los articuladores No ARCON no son muy utilizados, pueden ofrecer ventajas en casos concretos.
Por otra parte, en cuanto a su grado de ajustabilidad o la capacidad de regularlos según los parámetros individuales del paciente, los articuladores se subdividen en ajustables y no ajustables. ¡Veamos en qué se diferencian!
Articuladores ajustables
Los articuladores ajustables proporcionan una precisión mejorada en las trayectorias condilares, ya que reproducen los movimientos mandibulares de tus pacientes para poder realizar la adaptabilidad en múltiples dimensiones.
En otras palabras, pueden simular los movimientos de lateralidad (conocido como ángulo de Bennett), el movimiento de protrusión y el movimiento de apertura de la mandíbula, lo cual ofrece una representación más fiel del plano oclusal de tu paciente.
Además, este tipo de articulador te permite ajustes en la dimensión vertical y otros parámetros, lo que lo convierte en una herramienta ideal para el diseño y fabricación de tus tratamientos para prótesis fijas y removibles.
Articuladores no ajustables
Estos instrumentos mecánicos imitan la relación fija entre los modelos de estudio. Básicamente, son considerados como elementos de sujeción, y se emplean sobre todo para evaluar la relación interdental en cierre oclusal y para estabilizar los modelos.
Es decir, no son capaces de simular movimientos excéntricos, sino la posición estática con el que se monta el modelo, lo que puede resultar en relaciones oclusales menos precisas.
A su vez, los articuladores no ajustables pueden ser de Clase I, II y III:
Articuladores dentales de clase I
Son también conocidos como oclusores dentales de bisagra o charnelas, y son instrumentos simples de apoyo porque reproducen los movimientos mandibulares alrededor de un único eje condilar.
Estos articuladores dentales de clase I son más básicos que los de clase II y III, porque la mandíbula se mueve como una sola unidad, simulando de forma simple la articulación entre la mandíbula y el cráneo. Esto hace que se empleen en situaciones donde se requiere una representación básica del plano oclusal del paciente.
Articuladores dentales de clase II
Los oclusores de clase II, en cambio, tienen la cualidad de replicar los movimientos mandibulares en dos ejes condilares independientes: uno en el plano horizontal y otro en una dimensión vertical.
Como puedes notar, esta propiedad les otorga una mayor precisión en la imitación de los movimientos mandibulares y una similitud más detallada de las relaciones oclusales del paciente, en comparación con los articuladores de clase I.
Articuladores dentales de clase III
Son dispositivos de uso en odontología y ortodoncia que permiten simular las trayectorias condilares al emplear valores prácticamente idénticos a los del paciente para la mayoría de los movimientos mandibulares, así como estudiar la oclusión dental en tres ejes condilares independientes.
Esto significa que este tipo de articulador puede simular con mayor precisión los movimientos complejos de la mandíbula, como el movimiento de apertura, el movimiento de lateralidad y el movimiento de protrusión, así como las relaciones condíleo-fenoidales.
Este tipo de articulador dental es el modelo superior para la reproducción de relaciones oclusales del paciente y puede ser especialmente útil en casos clínicos complejos donde requieras una precisión extrema.
¿Cómo elegir el articulador apropiado?
Como bien sabes, la rigurosidad es muy importante tanto en el diagnóstico como en la realización de los tratamientos dentales, por lo que elegir un articulador dental de forma apropiada es crucial para que no afecte la precisión de las restauraciones y tratamientos protésicos de tus pacientes.
Te damos algunas razones clave por las que elegir un articulador dental adecuado es fundamental:
- Tipo de tratamiento: ya sea una restauración simple, una prótesis fija o removible, influirá en la elección del tipo de articulador, ya que cada procedimiento odontológico requiere niveles variables de precisión y ajuste en la reproducción de los movimientos mandibulares y de las relaciones oclusales.
- Complejidad del caso clínico: los tratamientos protésicos y de restauraciones tienen diferentes niveles de dificultad, que dependen de la condición de los dientes, la estructura ósea y la situación de las articulaciones temporomandibulares, entre otros factores.
Esto influye en la escogencia de los tipos de articuladores, como en los casos de maloclusiones severas y la colocación de prótesis dentales completas, en los que necesitarás un articulador más sofisticado y totalmente ajustable.
- Tipo de función a realizar: dada la variedad de articuladores dentales disponibles, este aspecto es fundamental. La elección del oclusor dependerá, además del tipo de tratamiento y la complejidad del caso, de tus preferencias como odontólogo.
Por ejemplo, al elegir entre un articulador ARCON (con la rama inferior dentro de la superior) y uno No ARCON (con la rama inferior fuera de la superior), la mayoría de los odontólogos tienden a preferir los de tipo ARCON debido a su mayor estabilidad.
- Capacidad de ajuste: en ciertos casos clínicos, como aquellos que implican acoplamiento en la dimensión vertical o en la relación céntrica, es crucial que escojas un articulador dental que pueda ser ajustado para adecuarse a las particularidades individuales del paciente.
- Compatibilidad con otros equipos y procedimientos: como hemos visto, los articuladores dentales son instrumentos mecánicos empleados por los odontólogos para replicar los movimientos de las articulaciones temporomandibulares y la mordida del paciente.
Si estos dispositivos no son compatibles con otros equipos, como el pantógrafo, el arco facial, los sistemas de escaneo digital o los sistemas de diseño asistido por computadora (CAD), la precisión del diagnóstico y la elaboración del plan de tratamiento pueden verse comprometidas.
- Presupuesto y disponibilidad: los precios de los articuladores dentales varían según su grado de sofisticación y atributos. Al seleccionar uno, es importante que tengas en cuenta el costo inicial de compra, ya que esto puede tener un impacto significativo en el presupuesto de tu clínica dental.
Además, dependiendo del modelo y la marca que elijas, pueden surgir diferencias en el tiempo de espera para la entrega y la disponibilidad de servicios de soporte técnico.
Ambos factores pueden incidir en la eficiencia operativa de tu clínica dental y en la satisfacción de tus pacientes, especialmente si se producen demoras en el tratamiento debido a problemas con el articulador seleccionado.
¿Cuáles son los beneficios de usar este instrumental dental?
El uso de articuladores dentales ofrece una serie de beneficios fundamentales que se extienden tanto a ti, como odontólogo, como a tus pacientes. ¡Veamos cuáles son!
Para los pacientes
- Diagnósticos más precisos: los oclusores permiten a los dentistas simular con precisión los movimientos mandibulares y la mordida del paciente. Esto te ayuda a identificar maloclusiones, bruxismo y a obtener resultados más precisos y efectivos en tratamientos protésicos y de restauraciones, lo que redunda en bienestar para tus clientes.
- Resultados predecibles: los articuladores dentales, proporcionan relaciones estáticas y dinámicas que permiten observar maloclusiones o disfuncionalidades de forma extraoral. Esto te permite planificar y prever mejor los resultados del tratamiento para tus pacientes, lo que puede significar una mejoría predecible y más satisfactoria para ellos.
- Tratamientos más personalizados: el apoyo de estos dispositivos te facilita estudiar cada caso de forma externa e ilimitada, por lo que puedes contar con una guía precisa para los tratamientos sin causar molestias o fatiga a tus pacientes.
Este recurso es especialmente valioso en la creación de férulas de descarga para el bruxismo, así como en la confección de prótesis parciales y prótesis fijas que se ajusten perfectamente a las necesidades individuales de cada paciente.
- Menores exigencias de ajustes: la capacidad de simular la mordida y los movimientos mandibulares en un articulador puede reducir la necesidad de ajustes posteriores en prótesis dentales, restauraciones dentales u otros dispositivos, lo que puede resultar en mejor funcionalidad de la boca del paciente y una experiencia más cómoda para él.
Para los dentistas
- Optimización en el diagnóstico y planificación de los tratamientos dentales: los articuladores te permiten diagnosticar con mayor precisión problemas de oclusión y planificar acciones correctivas que se ajusten a las necesidades de tu paciente.
Esto significa que se pueden evitar procedimientos innecesarios y se puede optimizar el enfoque terapéutico desde el principio.
- Eficiencia operativa: al utilizar un articulador, puedes reducir significativamente el periodo de tiempo necesarios para realizar ajustes y pruebas durante los tratamientos dentales. Esto te ayuda a aumentar la productividad y rendimiento operativo en tu clínica dental.
- Reducción de costos y recursos necesarios para los procedimientos: al tener una planificación más detallada y una ejecución más precisa de los procedimientos no solo te ahorra tiempo, sino que también reduce los costos asociados con materiales y mano de obra adicionales en los diferentes procedimientos.
- Comunicación más efectiva con los técnicos dentales: estos dispositivos son una herramienta visual eficaz para comunicar los requisitos de tratamiento al laboratorio dental, lo que contribuye a una fabricación más precisa y de mejor calidad de prótesis dentales y otros dispositivos.
- Mejora en la calidad de los resultados finales: la precisión en la simulación de la oclusión y los movimientos mandibulares con los articuladores conduce a resultados finales de mayor calidad. Esto se traduce en una mayor previsibilidad y satisfacción estética para los pacientes.
Asimismo, al disminuir la necesidad de ajustes y retrabajos, los oclusores aseguran una mayor durabilidad y funcionalidad de las restauraciones dentales y otros dispositivos, lo que se refleja en una mejora significativa en la calidad del trabajo realizado.
- Mayor confianza profesional al utilizar herramientas avanzadas en la práctica clínica: el uso de tecnología avanzada como los articuladores dentales, contribuye a que puedas ser percibido como un profesional comprometido con la excelencia, la innovación y el estándar técnico en tu práctica clínica. Esto refuerza la confianza de tus pacientes en tu habilidad y experiencia.
En conclusión, la adopción de tecnologías de vanguardia, como los articuladores dentales y los escáneres intraorales, no solo brinda innumerables ventajas profesionales, sino también beneficios económicos.
Al integrar estas herramientas innovadoras en tu práctica dental no solo elevarás la calidad de tu desempeño profesional, sino que también impulsará el crecimiento y la reputación de tu clínica dental.
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