Tipos de cementos dentales: ¿qué son y para qué se utilizan?
Explora los tipos y usos del cemento dental. Descubre cómo estos materiales juegan un papel vital en la adhesión de restauraciones dentales.
En el ámbito de la odontología, la búsqueda de tecnología de punta para optimizar procedimientos y resultados es una constante. Es así como surge el cemento dental, un material innovador que está transformando diversas prácticas restaurativas.
Continúa leyendo y descubre cómo la alianza entre la tecnología de vanguardia y estos materiales dentales está redefiniendo la odontología moderna y te ayuda a elevar la calidad de vida de tus pacientes.
¿Qué es el cemento dental?
El cemento dental juega un papel fundamental en la odontología, tanto en la constitución natural de los dientes como en los procedimientos clínicos. Es un material que no solo fortalece y protege nuestros dientes, sino que también ha revolucionado el proceso de restauración dental.
En este sentido, cuando hablamos de cemento dental, nos referimos a dos tipos distintos de materiales. Esto es, tanto el tejido mineralizado que envuelve las raíces dentales, como el agente cementante biomimético empleado en la clínica dental para la unión de distintas estructuras.
La composición química del cemento dental ejerce una influencia significativa en su resistencia y utilidad. De allí que algunos cementos dentales tienen un efecto duradero, mientras que otros poseen una duración limitada. ¡Veamos en qué se diferencian cada uno!
Por un lado, la sustancia natural por la cual está revestida la estructura dentaria conocida como cemento dental, está compuesta de dos elementos, que son hidroxiapatita o hidroxiapatito cálcico y agua. Su configuración es similar a las de los osteocitos del hueso.
Este tejido óseo especial mineralizado, rodea la raíz del diente y colabora en su anclaje al hueso alveolar mediante las fibras colágenas del ligamento periodontal. Esta región de la estructura dentaria se denomina cemento celular y asegura la sujeción del diente en su posición dentro de la mandíbula o el maxilar.
El cemento dental se renueva constantemente a lo largo de toda la vida. En la medida en que las capas superficiales de los dientes se van desgastando, se deposita nuevo tejido, formando capas adicionales que preservan la firme unión con el ligamento periodontal.
Por otro lado, están los cementos dentales artificiales, que son materiales biomiméticos ampliamente empleados en odontología.
Su elaboración se fundamenta en una reacción química de endurecimiento, típicamente una reacción ácido-base entre dos componentes: un polvo (base) y un líquido (ácido), en un medio acuoso.
En consecuencia, existen distintos tipos de cemento. ¡Te decimos cuáles son!
Tipos de cementos dentales
Las propiedades de cada uno de estos tipos de materiales dentales varían según sus componentes particulares y las técnicas de preparación utilizadas, las cuales se aplican en la clínica dental para unir restauraciones, prótesis y otros tratamientos dentales.
Los tipos de cemento dental se pueden clasificar de diversas formas, pero principalmente se clasifican según los tipos de materiales que entran en su composición, su reacción de fraguado y su uso clínico. ¡Te explicamos en qué consisten!
Según su composición
Existen diferentes tipos de agentes cementantes según su composición química:
Cementos de fosfato de zinc eugenol
Los cementos de fosfato de zinc se elaboran a partir de un polvo de óxido de zinc y un líquido de ácido fosfórico, los cuales se mezclan para crear una pasta que se endurece al reaccionar con el agua.
Este material se utiliza en odontología para una variedad de aplicaciones, como la cementación de coronas, puentes, incrustaciones, onlays y en tratamientos ortodóncicos.
Estos cementos de fosfato de zinc son reconocidos por su facilidad de manipulación, alta resistencia a la compresión, durabilidad, baja solubilidad en los fluidos bucales, liberación de flúor y capacidad para crear una unión sólida entre las restauraciones dentales y los dientes naturales.
Además, son radiopacos, lo que significa que son visibles en las radiografías dentales, facilitando la evaluación del ajuste y la integridad de las restauraciones.
Pero, a pesar de estas ventajas, los cementos dentales de fosfato de zinc presentan algunas limitaciones. Por ejemplo, pueden ser frágiles inicialmente durante el proceso de fraguado, tienen cierta solubilidad en la saliva y pueden causar irritación en la pulpa dental. Sin embargo, son una opción económica y compatible con otros materiales dentales.
Cementos de ionómero de vidrio tradicional
El cemento de ionómero de vidrio posee un tipo de reacción ácido-base y química, compuesta por polvo de óxido de aluminio y ácido poliacrílico líquido. Es altamente eficaz y versátil, gracias a su capacidad de adherirse al esmalte y la dentina, así como de liberar flúor.
Es muy empleado en procedimientos preventivos y de restauración y se utiliza en selladores, recubrimientos, reconstrucción de muñones, restauraciones inmediatas y tratamientos pediátricos.
Cementos de resina compuesta
Los cementos de resina compuesta son materiales hechos a base de polímeros, que combinan partículas de relleno inorgánicas con una matriz de resina compuesta. En su composición reaccionan químicamente con hidroxietil metacrilato, con ácido carboxílico y relleno de vidrio de silicato de Bario.
Se utilizan principalmente para cementar restauraciones dentales indirectas, como coronas inlays, onlays y veneers o carillas, puentes, así como para unir brackets en ortodoncia.
Estos cementos, al igual que la resina bis-acrílica, ofrecen una excelente estética debido a su capacidad de mimetizar el color del diente natural. También proporcionan una unión fuerte y duradera a la estructura dental, resistencia a la fractura y capacidad de sellado, ayudando a prevenir la filtración bacteriana y la formación de caries.
Además, los cementos de resina compuesta suelen ser fotoactivados, lo que permite un control del tiempo de trabajo y una rápida polimerización bajo luz visible o ultravioleta.
Cementos de resina modificada con ionómero de vidrio
Estos tipos de cemento son una variante de los cementos de ionómero de vidrio que han sido mejorados con la adición de resina compuesta.
Combinan las propiedades de los cementos de ionómero de vidrio, como la liberación de flúor y la capacidad de adherencia química al tejido dental, con las ventajas de las resinas compuestas, como la resistencia mecánica y la estética.
Se utilizan en odontología para una variedad de aplicaciones, como la cementación de restauraciones dentales, como coronas, puentes, inlays y onlays, la fijación de brackets en tratamientos de ortodoncia, el sellado de fisuras dentales para prevenir la caries, el recubrimiento de superficies dentales sensibles y para restauraciones temporales.
Cementos de resina dual
Los cementos de resina dual combinan las características de los cementos de resina y los cementos de fraguado dual. Están compuestos por monómero metacrilato, ácidos monómeros funcionales y relleno. El metacrilato se utiliza como base de resina, mientras que los ácidos desmineralizan y facilitan la adhesión a la superficie del diente
Tienen la capacidad de endurecer tanto mediante una reacción química como por polimerización fotoactivada bajo luz visible o ultravioleta.
Se utilizan en odontología en casi las mismas aplicaciones que el tipo anterior.
Los cementos de resina dual ofrecen ventajas como una mayor resistencia mecánica y una mejor adhesión a la estructura dental en comparación con los cementos de resina convencionales.
Además, su capacidad de fraguado dual permite un control del tiempo de trabajo y una polimerización rápida y completa, lo que facilita su aplicación clínica.
Cemento de policarboxilato
El cemento de policarboxilato es un tipo de cemento dental compuesto por polvo de vidrio de aluminio y ácido poliacrílico líquido. Se usa principalmente para la cementación de restauraciones dentales temporales y permanentes, como coronas, puentes, inlays y onlays.
El cemento de policarboxilato se caracteriza por su capacidad de adherirse químicamente tanto al diente natural como a la restauración dental, permitiendo una unión sólida y duradera con la estructura dentaria. Además, es biocompatible y tiene propiedades de liberación de flúor, lo cual ayuda a prevenir la formación de caries.
Según su reacción de fraguado
La reacción de fraguado en los cementos dentales es el proceso químico mediante el cual el cemento se solidifica y adquiere resistencia después de mezclarse con agua. Básicamente, existen dos tipos de cementos dentales según la reacción fraguado:
Cementos de fraguado químico
Los cementos de fraguado químico son materiales que se endurecen mediante una reacción química entre sus componentes. Se utilizan para la cementación de coronas, puentes, inlays, onlays y brackets ortodónticos.
Estos cementos ofrecen una fijación fuerte y duradera, y pueden ser utilizados tanto en restauraciones temporales como permanentes.
Cementos de fraguado dual
Los cementos de fraguado dual combinan una reacción química para el endurecimiento inicial y una polimerización adicional activada por luz visible o ultravioleta.
Estos tipos de cementos ofrecen una fijación resistente y duradera, así como un tiempo de trabajo controlado y una polimerización rápida bajo luz, lo que los hace ideales para procedimientos clínicos eficientes y efectivos.
Se utilizan para cementar restauraciones dentales, como coronas, puentes y brackets ortodónticos.
Según su durabilidad y uso clínico
Utilizar el cemento dental apropiado para cada caso clínico puede prolongar la vida útil de la restauración y mejorar significativamente los resultados de los tratamientos dentales. En este sentido, podemos hablar de dos tipos de cementos:
Cementos temporales
Los cementos temporales están diseñados para proporcionar una fijación provisional a restauraciones dentales, por lo que son fáciles de manipular y retirar antes de la colocación del tratamiento definitivo por parte del odontólogo.
Son comúnmente utilizados en odontología restauradora y conservadora, tales como en la cementación de prótesis, coronas y puentes provisionales.
Este tipo de cementos tienen una fuerza de unión temporal y se pueden quitar fácilmente cuando sea necesario realizar ajustes o reemplazar la restauración permanente.
Cementos permanentes
Los cementos permanentes están diseñados para proporcionar una fijación sólida y de larga duración a restauraciones dentales. Se utilizan para cementar coronas, puentes, inlays, onlays y otros tipos de restauraciones definitivas.
Este tipo de cementos reúne las fuerzas de la masticación y las tensiones orales, ofreciendo estabilidad química y física en la cavidad bucal, lo que garantiza la seguridad y funcionamiento de la restauración dental a largo plazo.
Usos del cemento dental
El cemento dental desempeña un papel crucial en odontología, por su aplicación sobre superficies dentales, bucales o protésicas en diferentes contextos:
- En prótesis fijas: la cementación dental fortalece la unión de las prótesis a los pilares dentarios que les dan soporte durante la rehabilitación bucal, así como proporciona estabilidad y funcionalidad a largo plazo.
Además, en el cementado de prótesis fijas, el material sella los espacios entre la prótesis y el diente, ayudando a prevenir la infiltración bacteriana y la formación de caries.
- En endodoncia, se emplea para sellar postes endodónticos dentro de los conductos radiculares después del tratamiento de conducto y proporcionar soporte adicional a la restauración dental.
Asimismo, la cementación dentro del conducto radicular asegura su posición y estabilidad, además de prevenir la filtración bacteriana y la posible reinfección. Esto ayuda a restaurar la función y la integridad del diente después de un tratamiento de endodoncia.
- En obturaciones provisorias: en el caso de las obturaciones provisionales, el cemento dental se utiliza para sellar temporalmente un diente que ha sido preparado para una restauración permanente, como una corona o un puente, evitando infecciones hasta que se pueda colocar una restauración definitiva.
- En ortodoncia: el cemento dental se utiliza en la ortodoncia convencional para fijar los brackets metálicos o cerámicos a la superficie de los dientes. Cumple la función de agente adherente resistente, manteniendo los brackets en su lugar a lo largo de todo el tratamiento ortodóncico, permitiendo ajustes periódicos y la remoción controlada de los mismos u otros componentes, cuando sea necesario durante el tratamiento.
Además, el cemento dental se emplea para unir alambres, bandas y otros dispositivos ortodóncicos a la estructura dentaria, facilitando la aplicación de la presión necesaria para mover los dientes hacia la posición deseada.
Y, por otro lado, actúa como una barrera protectora entre el dispositivo y el esmalte dental, previniendo el daño ocasionado por la presión y la fricción durante el tratamiento de ortodoncia.
- En restauraciones estéticas: el cemento dental también se emplea en tratamientos de odontología para restauraciones estéticas, como carillas dentales de porcelana o composite. En tales procedimientos, se usan los cementos adhesivos para fijar estas restauraciones a la superficie dental, garantizando una unión sólida y estéticamente agradable.
En definitiva, cada tipo de cemento dental desempeña un papel vital, con propiedades únicas que pueden marcar la diferencia en el éxito de tu tratamiento. Es crucial elegir sabiamente, asegurándote de encontrar el material perfecto que se ajuste a tus necesidades y las de tus pacientes.
La odontología contemporánea te ofrece una amplia gama de estos materiales, junto con una serie de herramientas innovadoras que no solo mejoran la salud bucal, sino que también abren nuevas perspectivas en el campo odontológico.
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